Así lo ha contado en SER ALMADÉN Ana Romero quien ha expresasdo su agradecimiento a todos los trabajadores del centro que hasta se confinaron junto al medio centenar de usuarios para evitar la propagación del virus.
Romero ha dicho que, aunque hubo casos al comienzo de la pandemia, no ha habido que lamentar ninguna muerte en esta residencia que fue previsora comprando material sanitario, epis e incluso alimentos antes de decretarse Estado de Alarma ante el desconocimieneto de lo que pudiera pasar por la pandemia.
Ha dado gracias a Dios porque han visto el virus pero no la muerte de cerca y ha trasmitido un mensaje de esperanza a los familiares de los ancianos que podrán empezar a verlos en la Fase 2.
También ha apelado a la responsabilidad de la ciudadanía porque "esto aún no ha terminado y no podemos bajar los brazos".
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