
Un Viaje Inolvidable por Toledo e Hita (Guadalajara)
Hoy, gracias a la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y Turismo de Castilla la Mancha, viajamos al Hospital Tavera de Toledo y a la pequeña y preciosa localidad alcarreña de Hita. El "primer edificio totalmente clásico de Castilla", también conocido como Hospital Tavera o de Afuera, por estar situado extramuros de la ciudad, frente a la puerta de Bisagra, nació en el siglo XVI con una doble función: hospital para “los tocados de diferentes enfermedades” y panteón de su fundador, el Cardenal Juan Pardo Tavera. Su construcción abre, en 1540, el programa de renovación arquitectónica y urbanística que el círculo de humanistas que rodearon al Emperador Carlos V proyectó para adecuar la imagen. Este edificio comenzó a construirse en 1541, de Toledo a su papel de Capital Imperial y tiene un museo que exhibe, además de una importante colección de muebles y de tapices flamencos de los siglos XVI y XVII, la citada pinacoteca que reúne obras de El Greco, Luca Giordano, Zurbarán, Tintoretto, Pantoja de la Cruz, Carreño de Miranda, Sánchez Coello, etc. La singular riqueza espacial del Hospital Tavera se evidencia en sus patios, en las largas crujías de las antiguas enfermerías, iglesia, sacristía, cripta permitiéndonos disfrutar de la belleza de las obras de arte que atesora como el Sepulcro del Cardenal Tavera, obra de Alonso de Berruguete, o el retablo de la Iglesia, proyecto iconográfico de El Greco.
Por su parte Hita (Guadalajara) conserva su casco antiguo con su trazado medieval y fue declarado Conjunto Histórico en 1965. Bajo dominio musulmán se estableció una fortaleza en lo alto de la colina en cuya ladera se asienta la localidad. A lo largo del siglo XIII se desarrolló una importante judería. Un siglo después Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, escribió el “Libro de Buen Amor”, un resumen de historias sobre el amor y las relaciones románticas, considerado como uno de los textos fundacionales de la literatura española. El Marqués de Santillana vivió una última etapa de esplendor como señor de la villa durante el siglo XV. Finalmente, durante el siglo XX, gran parte del casco antiguo fue destruido debido a los bombardeos de la Guerra Civil que, efectivamente, fue muy sangrienta en la región. Del antiguo Castillo de Hita sólo nos quedan restos arqueológicos. Sólo queda en pie un kilómetro de la muralla que mandó construir el marqués de Santillana. Debajo de uno de sus lienzos encontramos El Palenque, espacio donde antiguamente se celebraban torneos y justas. También se conserva el Arco de Santa María, puerta de muralla de estilo gótico. Sobre su arco aparece el escudo de los Mendoza, familia muy importante en la región. La Plaza Mayor o Plaza del Arcipreste fue utilizada como mercado en la Edad Media cuando la mayoría de sus casas pertenecían a familias judías. La Casa del Arcipreste alberga un pequeño museo dedicado a “El libro del buen amor”, el Festival de Teatro Medieval, la arqueología y la etnografía. La iglesia de San Pedro fue destruida durante la Guerra Civil. Aún se conservan partes de sus murallas y algunas lápidas de los nobles. San Juan Bautista (iglesia de San Juan) es de iglesia gótico-mudéjar. El mudéjar es un estilo típico español de los siglos XIII-XVI basado en la mezcla de elementos decorativos musulmanes y cristianos. La torre tiene sin embargo un estilo herreriano, más sobrio perteneciente al Renacimiento. En su interior destacan varios artesonados. En mitad de la ladera vemos el solar que antiguamente ocupaba la Iglesia arciprestal de Santa María. Aquí se ubica el Barrio de los Bodegos. Este es el nombre que reciben las casas-cueva de origen medieval. Los bodegos excavados en la ladera del cerro cuentan con diferentes estancias: la cocina con chimenea, el dormitorio, el granero y la cuadra al fondo de la cueva. Estas construcciones no han sido utilizadas desde los años 60 del siglo pasado. A un nivel inferior al de las "bodegas", se encuentran las bodegas repartidas por todo el casco antiguo. Estas cuevas, más de un centenar, están excavadas en el terreno natural en forma de galería y reforzadas con arcos de ladrillo. Se utilizaron desde la Edad Media hasta el siglo XX para la conservación del vino almacenado en tinajas de barro. La producción de vino fue disminuyendo a lo largo de los siglos hasta su total desaparición en la actualidad.