El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero Serrano, ha renovado su compromiso con la provincia y sus gentes coincidiendo con el final del ejercicio más difícil que ha afrontado desde que adquirió responsabilidades de Gobierno en la institución provincial. En el tradicional discurso de Navidad, Caballero hace balance del año 2020 recordando, en primer lugar, a aquellos que ya no están con nosotros y a sus familias, que han sufrido la pérdida de un ser querido en una situación de pandemia tan inédita como inesperada.
Ha comentado Caballero, tras reconocer la importante labor que han realizado quienes han prestado servicios esenciales en estos meses de pandemia, cómo desde la Diputación han combatido los devastadores efectos del coronavirus en la provincia apoyando desde el primer minuto del confinamiento a los ayuntamientos, con una unidad de acción política que, sin duda, ha incidido positivamente en la efectividad de las numerosas actuaciones que se han llevado a cabo. Y ha destacado el hecho de que trabajaron por encima de colores políticos contra una grave y desconocida amenaza.
El presidente de la institución provincial ha hecho referencia, asimismo, durante su discurso de Navidad, a que, aunque se han visto obligados a atender lo urgente, esto es combatir el virus y contribuir a salvar vidas, no han descuidado ni un ápice lo importante, con la finalidad de alcanzar, más pronto que tarde, la recuperación socioeconómica de la provincia y un mayor nivel de bienestar de sus hombres y mujeres.
En este sentido, han incidido de manera especial, según ha resaltado, en atender a las personas que no tienen cubiertas necesidades básicas como la alimentación y la higiene, a quienes tienen más dificultades para acceder a un empleo y a los ayuntamientos, especialmente de los municipios más pequeños y con problemas de despoblación. Y ha añadido que trabajará para ofrecer más oportunidades de desarrollo sin olvidar a colectivos como los pequeños empresarios y los autónomos.
Caballero ha pedido, por otro lado, a los hombres y mujeres de la provincia de Ciudad Real que no caigan en el desánimo aunque las circunstancias de pandemia que vivimos nos hayan sumido en unas fiestas diferentes en las que no podemos mostrar nuestro afecto ni reunirnos con nuestras familias y amigos.
El presidente de la Diputación ha pedido que no perdamos la esperanza y que afrontemos el futuro con más confianza ante la perspectiva que constituye la llegada de las vacunas. También ha hecho especial hincapié en que seamos juiciosos y contribuyamos, con un comportamiento responsable y con distancia social, a erradicar el virus que tanto sufrimiento nos ha causado y que tanto ha modificado nuestras vidas.
Ha concluido compartiendo con todos los ciudadrealeños y ciudadrealeñas su deseo de vivir momentos futuros de reencuentros y abrazos. Mientras llegan, que llegarán, ha insistido en que nos tenemos que proteger y a la vez cuidar de los nuestros. Y ha reiterado su compromiso de abrir cada día la Diputación de Ciudad Real para mejorar la vida de los hombres y mujeres de la provincia, para que sean más felices y para que dispongan de mejores y mayores oportunidades en nuestros pueblos.
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